Yo os voy a ser sincero. Me gusta mucho el fútbol. De hecho, ahora mismo me voy al campo del equipo local.
Pero también he estado escribiendo una horita, y luego seguiré.
¿Sabéis lo que llevo ya de la continuación de Canción Eterna? He escrito hasta hoy 826 páginas de Word. Una novela no es mejor porque sea más extensa, pero sí debe ser honesta consigo misma y con el lector, y cerrar todas las tramas que ha abierto. Ello requiere espacio. Y yo, por espacio y esfuerzo, no me voy a quedar corto.
Decidme, ¿a qué dedicáis vosotros las tardes de los domingos? No me digáis que también al fútbol…