¿Qué pienso?
Que vivir es un morir un poco más cada día.
Que nunca alcanzaré de día los sueños que tengo de noche.
Que ya he rebasado la línea del fracaso.
Que no hay esperanza, salvo la de un loco.
Que no dejo nada; que solo soy una estela en la mar.
Que mis palabras son vanas, no tienen poder ni carisma ni belleza.
Solo soy una brizna arrastrada por el viento de una tormenta nocturna.
Y sin embargo, mi corazón late, y mi alma palpita.
Soy un poeta desgraciado y soñador, como todos los poetas de todas las épocas.